Abstract: La caza de brujas en Europa fue un proceso largo y complicado. Comrnzó a gestarse en los siglos XI y XII, cuando la Iglesia lanzó sus campañas contra los cátaros. El cambio de mentalidad llevó a asociar las tradiciones precristianas existentes con la incidencia del Diablo. A ello e unieron una serie de cambios legales e intelectuales que permitieron el uso de la tortura y la coerción para obtener confesiones. Las persecuciones tuvieron una gran incidencia en Francia y Alemania, sobre todo en el siglo XV, en la segunda mitad del XVI y a comienzos del siglo XVII. A finales del siglo XVII los cambios de mentalidad hicieron que este pensamiento quedase paulatinamente desacreditado. Las ideas de la brujería fueron creadas por las élites culturales europeas, quienes se encargaron de transmitirlas al pueblo mediante panfletos, predicadores y lectura de epístolas contra las brujas en la eucaristía. Estas ideas sumieron a la población europea en un clima de tensión y miedo, que en muchos casos degeneró e juicios masivos a raíza de desgracias personales o colectivas. Mientras que muchas confesiones se basaban en algunos hechos reales (o considerados como tal en la época), muchas otras se debieron al uso de la tortura, a la implantación de las ideas de brujería y demonismo en el subconsciente colectivo, y a la asociación de estas con sucesos cuyas causas se desconocían en la época. Abstract European witch- hunting was a log and difficukt proccess. Its conception began on the eleventh and twelfth centuries, when the Catholic Church launched its anti- Cathars campaigns. The changes in the set of mind brought an association of the pre- Christian traditions with the Devil. At the same time, a series of legal and intellectual changes allowed the use of torture and intimindation as ways to obtain confessions. These hunts were specially strong in Germany and France, specially in the XVth century, the 2nd half of the XVIth and the beginning of the XVIIth century. Changes in the set of mind at the end of the XVIIth century allowed these thoughts to be gradually discredited. These witchcraft ideas had been created by the cultural elites, which tranmitted them to the general polpulace through propaganda, preachers and homilies against withccraft. These ideas situated the population in a climate of fear and tension, which usually resulted in massive processes born of personal or collective misfortune. While many confessions were based on real facts ( or facts considered real back then), many others were due to the use of torture, the implantation of the ideas of witchcraft and demonology in the collective subconscious, as well as their association with events whose causes were unknown.